A veces pienso en las cosas que vivo, en las palabras que me han dicho, en que lo he querido, lo que he sentido, las bendiciones que he tenido... y me detengo en la sencillez tan especial de, por ejemplo, pasar un domingo lluvioso con Radiohead en el radio del carro recorriendo un Santo Domingo tranquilo, gris, ideal para estar en los brazos de alguien por horas... sólo estando... sin prisa, sin planes... pero asumir que la realidad no es esa y cambiar esa idea por una realidad igual de sublime en casa de una amiga viendo la historia del Che andando en motocicleta por una latinoamerica que cada vez siento más mía, que me apasiona tanto como el beso de un hombre, o como enamorarme... porque también eso es enamorarse... del Che, de su ideología, de América, de estar con dos amigas viendo una película un domingo gris y lluvioso, sintiendo que nada me espera, que no quiero forzar nada, que no le debo tantas explicaciones a nadie, ni a nada...
A veces quisiera no ser tan sensible, tan apasionada, tan intensa, sentir menos apego por tantas cosas, mas que nada emocionales, cargar tanto tiempo con el recuerdo de esas relaciones ocasionales, que no tienen nada de ocasionales, que no tienen nada de romance, de efímeras o pasajeras... no quedarme con ellos en el alma, persiguiéndome con los olores, con los poemas, con alguna canción, con un perfume... no tener que tenerlos dentro, añorarlos como si les necesitara, como si se tratara de vivir por eso, por el amor, por el sexo... Dicen que los hombres piensan 95 % del día en sexo. No sólo los hombres, yo también. Y no sólo por sexo... es que se me hace una forma tan maravillosa de entregarlo todo, de recibirlo todo, de acercarse, de fundirse, de amar... no sé... a veces me gustaría no ser yo, aunque cada día me gusta más como soy, cada día me siento más pura, más bella, más mujer, pero... ¿servirá de algo? ¿será que podré hacer algo especial por un hombre, por la gente, por la tierra? ¿qué me espera? ¿dónde dejo toda esta intensidad que llevo a cuestas? dónde la desfogo, dónde me comparto, me exprimo, me desnudo, me entrego?
A veces quisiera no ser tan sensible, tan apasionada, tan intensa, sentir menos apego por tantas cosas, mas que nada emocionales, cargar tanto tiempo con el recuerdo de esas relaciones ocasionales, que no tienen nada de ocasionales, que no tienen nada de romance, de efímeras o pasajeras... no quedarme con ellos en el alma, persiguiéndome con los olores, con los poemas, con alguna canción, con un perfume... no tener que tenerlos dentro, añorarlos como si les necesitara, como si se tratara de vivir por eso, por el amor, por el sexo... Dicen que los hombres piensan 95 % del día en sexo. No sólo los hombres, yo también. Y no sólo por sexo... es que se me hace una forma tan maravillosa de entregarlo todo, de recibirlo todo, de acercarse, de fundirse, de amar... no sé... a veces me gustaría no ser yo, aunque cada día me gusta más como soy, cada día me siento más pura, más bella, más mujer, pero... ¿servirá de algo? ¿será que podré hacer algo especial por un hombre, por la gente, por la tierra? ¿qué me espera? ¿dónde dejo toda esta intensidad que llevo a cuestas? dónde la desfogo, dónde me comparto, me exprimo, me desnudo, me entrego?
Comments
Ya que si por pensar en lo q puede pasar o en lo q pudo pasar, con amores perdidos o amistades gastadas, dejas de ver lo bello de tu libertad, entonces no eres libre, te haces esclava de ti misma.
Disfruta lo que tienes hoy mientras lo tengas para q mañana no te culpes por no haberlo disfrutado mientras lo tuviste.
Hazme mucho caso. porque hoy yo no me arrepiento de nada. Besossssssss
Ari: espero también poderte ver mañana para que hablemos lo más posible. Tú sabes que son muy frecuentes en mi estos periodos de existencialismos y autoreflexión. Aunque cada vez son más profundos e intensos. Besotes.
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