Necedad.

Hoy tengo ganas de estar triste
pero muy muy triste
tan triste que pudiera escribir por horas
los poemas más turbios
las cartas más románticas
las líneas más dramáticas
o tu nombre, eso, que pudiera escribir tu nombre
y ponerme a llorar porque no te tengo
porque voy a dormir otra vez sola
sin que estés con tu cuerpo pegado al mío
como lo ansío tanto;

Sin embargo, no puedo estar triste
no me sale, ya no puedo,
ni siquiera porque realmente no estás
ni porque dormiré sola
o porque ya casi no te nombro;
Puede que sea porque ahora
me vuelven loca otros hombres,
y me da gusto dormirme sin tener que esperarte
sabiendo que no te necesito para ser feliz.

Aún así insisto...
tengo ganas de estar triste,
unas ganas enormes,
sólo porque me da la gana.

Deidamia Galán
17 marzo 2006