Me gusta lo que siento cuando tomo café
seguramente, si me gustaran las drogas, sería una adicta
y escribiría de cuestiones más existenciales
y menos poemas de amor
pero también viviría en un infierno
y tendría que ir a narcóticos anónimos
y viviría con el miedo de estar recayendo,
tal vez, con mis síntomas depresivos,
hace rato habría caído en estado de locura, o de muerte;
también me gusta la nota del vodka con jugo de naranja
y la nota que queda después de un buen sexo
y la nota de escribir, como ahora, de cosas absurdas
en una computadora vieja del cinema café
con una nota de un capuccino
y esperando una llamada
para darme otra nota
en los ojos de un adicto (¿a mí?).
seguramente, si me gustaran las drogas, sería una adicta
y escribiría de cuestiones más existenciales
y menos poemas de amor
pero también viviría en un infierno
y tendría que ir a narcóticos anónimos
y viviría con el miedo de estar recayendo,
tal vez, con mis síntomas depresivos,
hace rato habría caído en estado de locura, o de muerte;
también me gusta la nota del vodka con jugo de naranja
y la nota que queda después de un buen sexo
y la nota de escribir, como ahora, de cosas absurdas
en una computadora vieja del cinema café
con una nota de un capuccino
y esperando una llamada
para darme otra nota
en los ojos de un adicto (¿a mí?).
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