Esta entrevista/perfil la realicé al cantautor venezolano Jeremías, mientras trabajé en Oh! Magazine, entre 2007-2008. Es una revista de variedades (aún vigente) que pertenece al Grupo de Comunicación Listín Diario, en Santo Domingo, República Dominicana. En lo adelante seguiré compartiendo algunas de las entrevistas que he realizado (y que espero seguir realizando) a artistas y personalidades nacionales e internacionales.
Foto: Julio César Peña
Su mamá, su abuela y su tía presentían que Carlos Eduardo López Ávila llegaría a ser algún día un artista, ya que desde pequeño le encantaba estar cantando. Tal vez por eso le impulsaron a que tomara clases de piano, guitarra y modulación de voz, y a que escuchara a Mozart y Mercedes Sosa. Su papá le transmitió el amor por la salsa y la música tropical y también fue quien le empezó a llamar Jeremías desde los 11 años “le gustaba llamarme de diferentes formas (…) ese nombre se quedó, como que le hizo cosquillas a todo el mundo”.
Nació en Inglaterra, pero se ha criado casi toda su vida en la Venezuela de sus padres, es por ello que se siente latino y que no dudó a la hora de empezar a componer hacerlo en español, ya que es el idioma que abraza su historia y sus vivencias.
Jeremías es considerado como una de las grandes promesas de la nueva generación de cantautores y ha sido reconocido positivamente por diversos críticos de la música. Realizó estudios de letras y psicología por lo que sus canciones tienen una gran profundidad y poesía que han hecho que le comparen con Joaquín Sabina o Serrat a quienes él considera una gran influencia, al igual que Silvio, Pablo, Rubén Blades o los Beatles. Le inspira la tristeza “cuando uno está enamorado anda demasiado ocupado como para ponerse a escribir” y el papel se convierte en su sicoanalista “es alguien a quien contarle tu despecho” Es fan de los escritores del boom latinoamericano de los setenta y dice con gran pasión que Cortazar le “vuela la cabeza” y es por todas sus influencias, que su música es una fusión del rock con la trova y el pop, aunque su nuevo disco está más orientado al rock “cada vez que hago un disco quiero hacer algo único, no estar repitiendo fórmulas, sería demasiado aburrido”.
Su álbum debut Jeremías contó con la asesoría del productor Luis Romero (conocido por su trabajo con Franco de Vita), fue disco de platino en Venezuela y entre el 2002 y 2004 se distribuyó además en España, Ecuador y Puerto Rico. Apenas con un disco bajo el brazo, la disquera Universal Music lo firmó hace dos años y empezaron a grabar su segundo disco “Ese que va por ahí” con el cual se dio a conocer en gran parte de Latinoamérica “uno tiene siempre el sueño de que la música que uno hace le guste cada vez a más gente, pero eso no pasará hasta tanto no mejores como cantautor o como artista, y en la medida que vas mejorando como artista el público va respondiendo a eso”
De ese disco se dio a conocer enormemente el tema “Uno y uno es igual a tres” que, de forma jocosa, pone sobre la mesa el tema de la infidelidad. Con respecto al tema, se considera “un infiel en rehabilitación” aunque asegura que ya se está portando bien. Su nueva producción Un día más en el gran circo es totalmente conceptual “lo que quise hacer fue una historia, que hubiera un hilo conductor desde la primera hasta la última canción”
Ahora también escribe para otras personas, entre ellas Paulina Rubio y Luis Fonsi y tiene varios proyectos por ahí, que aún no quiere difundir hasta que no estén más seguros.
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